Cuando ella se enamoró...
-Me enamore de un amor poco prudente- (Valiente-Koko)
Empezó por justificar... "Al menos no me enamoré de un espejismo"; ante la mirada desconcertada de quien la escuchaba. Y siguió con su razonamiento: -"El nunca me prometió la luna y las estrellas, nunca me ha ofrecido nada que no pueda cumplirme... bueno, nunca me ha ofrecido nada, nunca me habla de un futuro, ni me llenó la cabeza de falsas promesas o cuentos para que yo aceptara estar con él..."
Y así siguió, él nunca le ofreció mas allá de aquel momento que pudieran compartir juntos, nunca habló ni del presente que estaban viviendo. Sólo vivía esos segundos al lado de ella, sólo se los dedicaba de vez en cuando, sólo estaban juntos unas horas, y no volvían a verse por largos periodos de tiempo.
Y de pronto... se dio cuenta, no es consuelo, no es justificación. Es peor que todo lo que quería evitar. Se enamoró de él por quien es. No había más, estaba condenada. Y en ese momento, todo lo que creyó que se podía esfumar al día siguiente se convirtió en realidad.
Se enamoró de quien no debía.
Pasó por la negación, por el enojo con ella misma por haberse enamorado de alguien que nunca le correspondería, por haberse enamorado de "él". Dudó y cuestionó ese sentimiento de muchas maneras, se preguntaba y contestaba ella sola, esos monólogos que todas acostumbramos tener con el espejo. Hasta que no tuvo más remedio que aceptar su realidad y anhelar que algún día ese sentimiento se apagara; (como si tuviéramos un switch para eso).
Según sus recuerdos la última vez que se enamoró tenía 16 años y aún sigue reconstruyendo los pedazos que ese enamoramiento dejó.
¿Y ahora? Ahora se la vive luchando entre la razón y el sentimiento, ahora vive tratando de escuchar a la razón, no sabe en que momento la perdió. No sabe en que momento la razón se durmió y dejó que el corazón se abriera.
Y hoy trata de sobrevivir y hacer que la razón pese más que su corazón.
Cada mañana al despertar, cuando piensa en él, en cuanto desea que la abrace al despertar, recuerda y se repite: -"No es mío, no es para mí."-
Y quienes la escucharon ese día descubrir su realidad, descubrir que no se enamoró de un espejismo y darse cuenta que esto es aún más complicado que una simple desilusión que se cura con el tiempo porque al final no era real... que es lo más real que ha vivido y sentido en años, en vidas, y la ven aferrarse a ese sentimiento cada mañana y tratar de negarlo cada noche... esperan silenciosamente, como el testigo de un beso robado; que esto sólo sea una etapa y que esa mujer que vale todo lo que demuestra y más... encuentre a alguien que le robe el alma y la quiera como se merece.
Para esas mujeres que empiezan jugando y pierden, pero ganan tanto!
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